domingo, 6 de noviembre de 2011

Chupas de cuero desgastadas

Con un simple "click" hago surgir la llama en el orificio de mi mechero, prendes el pitillo y le doy la primera calada, prolongada e intensa, lo aparto de los labios dejando una sensual marca de carmín en su borde. Lo contemplo detenidamente, y recuerdo aquellas noches salvajes, las locuras desenfrenadas, los sábados sin fin, las tardes entre miles de estos mismos cigarros con mis amigas y unos cuantos cafés, las chaquetas de cuero, los labios rojos, aquellos bonitos tacones que quizás ahora nunca me pondría, las ganas de comerme el mundo en una noche. Era todo tan perfecto que ahora me da miedo, ¿cómo podía ser tan inocente? Tantas cosas han cambiado que ni la marca de tabaco sigue siendo la misma, ni las sonrisas tan sinceras, las chupas de cuero son las mismas de antaño pero ahora llevan el adjetivo desgastadas adjunto.
Cuando maduras te das cuenta de todas las memeces que cometiste, esas que ahora no harías ni por haber estado con esa persona a la que tanto "amaste" durante aquellos años. Algunos recuerdos, completamente inolvidables, te hacen ver que no fuiste totalmente cuerda ni siquiera responsable (sinceramente, me gustaría volver a esa época donde mis impulsos dominaban sobre mi). Y ya he perdido el hilo de lo que os contaba, pero vamos que el desenlace de todo esto era que aun así, mirando hacia atrás , unas se han oxidado, han dejado de ser como antes, pero las de siempre, esas aún siguen ahí, y creedme, seguirán.

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