domingo, 25 de diciembre de 2011

Sex on fire 13/13

Hay rumores en Manhattan que afirman que en ese preciso momento por calles cercanas a un famoso café corre una chica atractiva, temerosa y de mirada perdida. Ha robado un objeto pequeño y valioso y la persiguen. Pero, como siempre, logra escapar. Se apoya en la pared de un callejón sin salida apenas visible desde la perspectiva de quienes la siguen. Respira agitadamente y mira hacia ambos lados de la calle contigua.

Alguien se acerca hacia ella. Se conocen, de hecho hace mucho incluso demasiado que se conocen. Porque jamás ha dejado de recurrir a él para saciar su ansia. Sin dejarla esperar más y tras recibir el objeto la besa con fuerza y la susurra varias palabras obscenas mordiéndole la oreja. Ella tiene de nuevo su droga, la única a la que es fiel.

Él hombre la arrastra consigo pensando en como abusar nuevamente de ella porque le parece poco el precio que acaba de pagar. Llegados a un sótano abandonado que por las reglas de la calle se rige bajo el dominio de él, este la golpea y la obliga a sentarse mientras busca entre la chatarra una botella de Jack Danield’s. Vuelve hacia ella con el hallazgo, la desnuda sin miramientos y rocía sobre sus senos y torso desnudos el licor. Sin poder evitarlo mientras él lo lame deja caer algunas lágrimas ya que recuerda a un chico que dejo escapar como una ‘particular’ muestra de agradecimiento por confiar en ella cuando nadie lo había hecho, ni siquiera ella que a día de hoy sigue sin hacerlo y rige su vida al peso de gramos estupefacientes. 

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