sábado, 22 de octubre de 2011

Tiger's a love slayer.

Aquí me quedo, escribiendo sola, creando un monólogo más para meter en la lista de intenciones fracasadas de hacerte ver verdades y cambiar de opinión, verdades que un día debiste escuchar, no oír. Te he dado mil y una oportunidades para reivindicarte, para abrazarte y ayudarme a dejarlo todo atrás. Para no tener que recordar que cuando llega la hora, siempre hay algo más importante que vale más la pena que lo que sea que tengo que decirte, que vale más que todo mi ser. Para no entender por qué me buscas y me dejas pagando las cuentas de este amor que ya no tiene vuelta atrás y que cada día es más enrevesado. Escondo el dolor porque no se como explicarte que las heridas han cerrado hace ya mucho tiempo pero las cicatrices me recuerdan que ciertas cosas han pasado, que esas circunstancias han pasado y que me han cambia y han hecho de mi la que hoy en día soy. Al menos dime, deja en claro, dime si quieres que me quede o me vaya porque no puedo seguir haciendo caso omiso cuando me usas de pepona o cuando veo cómo te revuelcas, te has revolcado y lo seguirás haciendo en brazo de otras, entre mentiras, cubriendo todo el dolor que llevas contigo donde quiera que te hayes mientras me dejas apostando que en sus ojos, ves los míos, que me recuerdas en la cada de cada mujer que besas. Amor, un día espero que te des cuenta del error que estas cometiendo, de lo que me has herido dejándome caer cuando más te necesitaba. Después de todo no comprendo por qué aun sigo prendada de ti, quizá sea verdad eso que dice de los amores sufridos son los que más duran (pues si es así, ¡me cago en la puta!).

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